El niño revoltoso y pícaro de 'mamá Quintana' siempre ha sentido fascinación por el mundo de las grandes divas de la televisión. Ahora, y después de haber conocido a muchas de ellas, MAXIM HUERTA ha querido utilizar ese mundo televisivo como excusa para hacer un retrato de una mujer de 60 años, Margarita Gayo, alguien obsesionada con la fama y el lujo. "Que sea la última vez que me llamas reina de la tele" es su primer libro con el que espera hacer más cercanas a esas estrellas.

Cualquier parecido con la realidad será una divertida coincidencia. No hay ninguna presentadora que sea como Margarita Gayo o le puedan pasar estas cosas. Y desde luego Ana Rosa no es Margarita. Te lo aseguro.

He cogido un poco de todas las mujeres con las que he trabajado. Llevo quince años trabajando en la tele y siempre me he imaginado a las estrellas antes de trabajar con ellas.

Trabajar con ella es una gozada. Siempre la he admirado y me la imaginaba más alejada. Pero es todo lo contrario, es alguién cercano, amable.

Sé que hay morbo, pero cuando la gente lo lean van a encontrar muchas más risas y amor que morbo. No soy la niñera de los Beckham como para ir sacando trapos sucios. La tele es una mera excusa para hablar de las mujeres de 60, la fama, el lujo.

A las mujeres se le exige estar eternamente guapas, cosa que a los hombres no. La mayor tragedia de Margarita ha sido cumplir su sueño de pequeña de ser estrella. La tele es muy hija de puta y exige demasiado (...) y el maquillaje tapa a veces muchas miserias.

Y yo también llevo mucho. Van a encontrar más parecido a mí en Margarita que a las reinas de la tele. Seguramente que el que más se ríe de sí mismo soy yo. Es como me hubiera subido a unos tacones de 10 centímetros.

Para nada. Es un libro muy divertido, una tragedia mezclada con humor. Se lo voy a regalar a la Campos, la Milá...

Yo creía que era Óscar. Sí, siempre discuto con ella en plató pero porque creo que a ella le 'pone' que se discuta. Es más divertido que haya diversidad de opiniones.

Sí, es el primer personaje de ficción que tiene Facebook. Se lo creó hace un mes y le han ido agregando gente hasta tener 500 amigos. Es una mujer consumista, harta de su marido. Me parece tan atractiva que a veces miro la agenda pensando que va a estar en ella.

Yo creo que cuánto mejor vayan los programas, mejor. A más competencia, más animación. Nos enforzamos más y sale ganando el programa y el espectador.